Mi padre se llama Joaquín y ya tiene más de 70 años, ha hecho muchas cosas en su vida y hace cada día pases mágicos sin saberlo. A que me refiero quieras saber y te cuento despacito para que lo imagines que desde que se levanta hace cosas que cualquier ecologista escribiría en una lista de acciones para salvar el planeta.
Se levanta muy temprano y toma mate y galletas, guardando la miguitas para los pajaritos y dice: “saben que les voy a dar las migas cada mañana, me esperan” y así no se desperdicia nada de comida argumenta. Luego recoge fruta para exprimir guardando toda las semillas para cuando va al monte porque lástima desparrama sembrándolas cerca de arroyos y ríos.
Casi todas las mañanas se va a dar un paseo en bicicleta por la bici senda prestando especial atención a las plantas y piensa cómo repoblar las zonas donde no ha prosperado lo que el Ayuntamiento ha plantado. Ya les contaré en otro post algunas de esas intervenciones que me enorgullecen y me animan a pensar que la suma de manos es la verdadera fuerza de sostener al planeta.